Dios patagónico

Dios patagónico,

vencedor eterno.

Bárbaro y latoso,

creador eximio.

Nacen los suspiros

de tu boca atroz,

mensajes envías

con tu seca voz.

Con veloces pies

e invisibles manos

comienzas tu juego.

¿Por qué? Dios villano.

Un juego que cansa,

que asusta, que enoja;

pulseada que ganas

con mucha energía.

Te diviertes solo,

sacando, llevando

trayendo y haciendo

ciertas picardías.

Y paleta en mano

con un gran pincel

eliges colores

un lienzo o papel.

¡Oh dios! Gran artista,

travieso señor,

todo lo transformas,

molesto pintor.

Tú mezclas colores

creas movimiento

generas texturas

cambias sentimientos.

Y cuando te callas,

cesas de crear.

Un paisaje nuevo

queda en el lugar.