
¡Pandemia en el s. XXI! ¡COVID! Cuarentena en Neuquén, en Argentina, y las palabras se pusieron a mi disposición para acompañarme. Tomé varias y registré el primer día, y el segundo, y la quincena, el año y más, mucho más.
La escritura y su hermana, la lectura, mitigaron mi contexto. Escribía, escribía cada día. ¿El marco? La pandemia. ¿Lo enmarcado? Mis sentires, mi mirada, la realidad… Así surgió un diario íntimo expresivo y poético en el que pueden encontrar frases, descripciones, fotos, información, relatos plagados de símbolos y de personajes reales, familiares. Inmediatamente, mi alma docente puso el toque de posibles actividades a partir de esos textos, de algunos fragmentos.
Nació así, naturalmente, un material que hoy lo entrego, lo comparto. Espero que en él encuentren una o varias luces, una o varias semillas. La palabra puede ser el veneno más eficaz o la mejor medicina.
Y, será una gran alegría para mí, si el diario o algunos fragmentos llegan al aula y se encienden luces.